Cuidados básicos de las plantas de interior

Te ha llegado una linda maceta de regalo con una hermosa planta de interior en ella. Uno suele pensar que tener una planta de interior es una responsabilidad muy grande y es una faena tediosa solo para el que le gustan mucho las flores. ¡No tiene que ser así!

Esta guía hará replantearte el concepto sobre el tener plantas de interior. Estos cuidados básicos son infalibles para mantener feliz cualquier tipo de planta. Tenga o no flores.

Prepárate para sumergirte en el mundo de las plantas de interior.

Plantas de Interior y sus Secretos

La gran mayoría de las plantas que son aptas para tenerlas dentro de casa son plantas cuyo origen es el trópico. Si repasamos un poco geografía nos daremos cuenta que el clima en la franja tropical es templado, es decir, todo el año es prácticamente igual. Sus variaciones en temperatura son muy leves.

Dentro de casa solemos tener siempre el mismo clima. En invierno tenemos calefacción, en verano acondicionamos la temperatura a unos 23 grados centígrados. Si hay ráfagas de viento muy bruscas, cerramos las ventanas y si el sol es inclemente bajamos las persianas o cortinas. Sin concientizar, dentro de nuestras casas vivimos un clima tropical todo el año.

Es por esto que las plantas del interior aman estar en nuestras casas, resguardadas de las estaciones. Para terminar de emular el clima tropical desde el punto de vista de una planta, tenemos que tomar varios aspectos a cuidar:

Riego

El agua es un tema delicado con las plantas de interior, ya que no puede ni exceder ni faltar. La tierra debe estar húmeda en todo momento y siempre hay que fijarse si está húmeda un cm por debajo de la superficie.

Las plantas que tienen flores y estas están muy pegadas de la tierra, tienen que humedecerse de abajo hacia arriba. ¿Cómo?, colocando el agua en el platito que colocamos debajo de la maceta. Esto evitará que las flores contraigan hongos y otras enfermedades.

Por el contrario, si la planta es totalmente verde o sus flores están muy por encima de la tierra, al regar normalmente desde arriba (mojando solo las hojas verdes y la tierra, nunca las flores), es recomendable vigilar si el plato se llena de agua y retirar inmediatamente el exceso. No dejar el plato debajo de la maceta con agua.

Luz

Se recomienda ofrecerle luz indirecta todo el año a las plantas de interior. La excelente noticia es que por estar dentro de nuestros hogares, tanto las cortinas, vidrios y techo resguardan siempre a la planta de la luz directa.

La luz es el ingrediente principal dentro de la fotosíntesis de las plantas. Las plantas buscarán desesperadamente el sol para poder llevar a cabo su proceso.

Hay un fenómeno en las plantas que viven en ambientes oscuros y es que estás tenderán a retorcerse hacia el mínimo rayito de sol que encuentren y a ensanchar más de lo normal sus hojas para aprovechar al máximo ese rayito de luz.

El alimento que le proporciona el suelo a las plantas se verá reducido cuando una planta más larga y con hojas más anchas necesite una cantidad mayor de nutrientes de lo que se esperaba normalmente.

Es por esto que si es posible, se recomienda mover las macetas hacia el punto de la casa que de más luz, al menos unas horas al día.

Temperatura

Un clima favorable para las plantas de interior sería emular el clima que tienen en su zona de origen. Ya hablamos que la gran mayoría de las plantas que son aptas para quedarse en el interior de nuestras casas son de climas templados.

En el trópico no hay cambios bruscos de temperatura, es por ello que tenemos que controlar que dentro de nuestras casas el rango entre frío y calor sea entre 18 y 25 grados centígrados.

Humedad

La humedad y la temperatura para una planta del interior están casados. Ya que una temperatura de 23 grados más una humedad del 80% es la descripción perfecta del trópico y como ya dijimos hasta la saciedad: este es el clima predilecto de las plantas de interior.

Si por sí solo el clima de tu hogar no es húmedo o si la planta se encuentra muy cerca de la calefacción en invierno, lo más conveniente es que crees un clima húmedo artificial. La sola frase asusta y suena difícil. Nada más lejos de la realidad, hacer humedad es sencillo y lo puedes lograr con cosas que tengas en casa.

Una manera sencilla es rociar a las hojas verdes (nunca en las flores) con la ayuda de un atomizador, difusor, spray un poco de agua filtrada, potable o destilada. Si es muy seco el ambiente lo puedes hacer todos los días cuando no le pegue el sol. No queremos que se nos quemen las hojitas.

Otro truco es colocar un plato con agua al lado y que la evaporación haga su trabajo.

Fertilización

Las plantas también se alimentan para poder desarrollarse de manera sana. Sus nutrientes los toman de la tierra donde están plantadas. Las raíces eligen qué componentes les hace bien y hacen circular estos componentes por el tronco hasta las hojas junto con el agua absorbida. Luego con el sol hacen fotosíntesis y el ciclo de la vida está completo.

Como estu sucede a diario, ya que las plantas al igual que nosotros comen y respiran todos los días, el suelo que está confinado a una maceta se va gastando y empieza a no tener más alimento que absorber.

Allí entra el fertilizante, compost, humus de lombrices, abono o alimento de plantas. Existe una amplia variedad en el mercado e incluso podremos integrar una solución líquida al agua que le difuminamos a diario a las plantas para mantenerlas húmedas.

Como te diste cuenta, el tener una planta de interior es solo cuestión de conocer la lógica detrás de origen de cada planta y emular el sitio y las costumbres con que más se siente cómoda.

Una planta no pide mucho y da demasiado, como por ejemplo nos limpia el aire que respiramos. Con estos cuidados básicos podemos retribuir a nuestra planta de interior todo el bien que hace por nosotros.